Si el vestido de novia tiene que ser bonito y cómodo, los zapatos también deberían serlo. Por eso debes tener en cuenta que tienes que llevarlos puestos muchas horas y una mala elección te puede arruinar el día. Para una buena elección tienes que tener en cuenta una serie de recomendaciones.
Elige el zapato cuando tengas claro cómo va a ser tu vestido. Así te aseguraras de que tengan el mismo estilo. Si bien hay ciertos estilos que son comodín y podrías llevarlos casi con cualquier vestido, si tu vestido es informal o tu boda va a ser playera o en el campo, puedes optar por una alpargata con cuña o una sandalia plana.

El tacón: si habitualmente no sueles usarlos, no te empeñes en un gran tacón de aguja. Hay zapatos preciosos de tacón ancho o de un tacón medio, de una altura no superior a 7 cm. y que son suficientes si no estás acostumbrada.

La horma: no tienes que llevar un zapato estrecho o de punta para ir elegante, hay zapatos de punta redonda y un poco más anchos que son estupendos.
Las sandalias: cuidado con las tiras estrechas, pueden apretarte, rozarte y hacerte herida. No te arriesgues si antes no las has utilizado y estás segura de que te serán cómodas.

Los adornos: los zapatos con pedrería o glitter pueden engancharse en el vestido, sobre todo en ciertos tejidos como el tul. También las hebillas pueden jugarte una mala pasada.
No escatimes en el precio de los zapatos. A veces caemos en el error de pensar que casi no se van a ver, qué nunca llevas tacones y total para un día… Al igual que quieres calidad para el menú o la música, búscala también para tus pies. Y es posible que los puedas reutilizar para otros eventos.
El color manda: si tienes un color fetiche, o quieres dar un toque de color a tu look, olvídate de los zapatos blancos. Un zapato en tono pastel es un gran acierto.

Personaliza tus zapatos. Cada vez son más las tiendas físicas y on-line que te ofrecen la posibilidad de personalizar los zapatos a tu gusto. Podrás elegir desde el tipo de tacón hasta los materiales, consiguiendo un zapato único, cómodo y adaptado a tus gustos.

Practica. Tanto si estás acostumbrada a llevar tacones como si no, úsalos antes, practica por casa para que se adapten un poco a tu pie y por si te aprietan o rozan puedas saber donde y así estar prevenida.
Y si a pesar de todo tienes dudas, apuesta por un salón que nunca defrauda.
Foto de Portada: Inja Pavlić